La bechamel es una salsa clásica de la cocina francesa que se utiliza como base para muchas preparaciones. También es conocida como salsa blanca. Se caracteriza por ser una salsa espesa y suave, elaborada a partir de una roux (una mezcla de harina y grasa) y leche.
La receta básica de la bechamel tradicional incluye mantequilla, harina, leche y condimentos como sal, pimienta y nuez moscada. Es una salsa muy versátil y se utiliza en una variedad de platos, como lasañas, canelones, croquetas, gratinados, sopas cremosas y muchas otras preparaciones. También puede servir como base para otras salsas, como la salsa mornay, que es una bechamel enriquecida con queso.
En este post, os proponemos cambiar esta receta original a base de mantequilla y elaborarla usando Aceite de Oliva Virgen Extra. La elección de utilizar aceite de oliva en lugar de mantequilla para hacer la bechamel se debe a varias razones:
- Salud: El aceite de oliva es una opción más saludable en comparación con la mantequilla, ya que contiene grasas monoinsaturadas beneficiosas para el corazón. También es más bajo en grasas saturadas y colesterol. Por lo tanto, si estás buscando una opción más saludable, utilizar aceite de oliva puede ser una buena alternativa.
- Sabor: El aceite de oliva tiene un sabor característico y aromático que puede agregar un toque especial a la bechamel. Puede darle un perfil de sabor más suave y frutado en comparación con la mantequilla, que puede resultar más pesado. El sabor del aceite de oliva puede complementar bien diferentes platos y realzar los ingredientes utilizados en la receta.
- Preferencias dietéticas: Algunas personas siguen una dieta vegetariana o vegana y prefieren evitar los productos lácteos, como la mantequilla, en sus preparaciones. Utilizar aceite de oliva les permite disfrutar de una bechamel sin ingredientes de origen animal.
Ingredientes:
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 3 cucharadas de harina
- 2 tazas de leche
- Sal y pimienta al gusto
- Una pizca de nuez moscada (opcional)
Elaboración:
- En una cacerola mediana, calienta el aceite de oliva a fuego medio.
- Agrega la harina al aceite caliente y mezcla bien hasta obtener una pasta suave y homogénea. Esto se llama “roux” y es la base de la bechamel.
- Cocina el roux durante unos minutos, revolviendo constantemente con una cuchara de madera, para que la harina pierda el sabor crudo. No dejes que se dore demasiado, debe mantener un color claro.
- Gradualmente, agrega la leche a la cacerola, aproximadamente media taza a la vez. Mezcla bien después de cada adición para asegurarte de que no queden grumos.
- Continúa cocinando la mezcla a fuego medio-bajo, revolviendo constantemente, hasta que la bechamel espese y alcance la consistencia deseada. Esto puede llevar de 5 a 10 minutos.
- Si la bechamel queda demasiado espesa, puedes agregar un poco más de leche para ajustar la consistencia. Si queda demasiado líquida, continúa cocinándola a fuego bajo hasta que espese un poco más.
- Una vez que la bechamel haya espesado, sazónala con sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Recuerda agregar los condimentos gradualmente y probar la salsa para ajustar el sabor según tus preferencias.
- Retira la cacerola del fuego y la bechamel estará lista para ser utilizada en tus recetas.
Es importante tener en cuenta que, si bien la bechamel hecha con aceite de oliva puede ser una alternativa más saludable, el resultado final puede variar ligeramente en textura y sabor en comparación con la versión tradicional hecha con mantequilla. Sin embargo, sigue siendo una opción sabrosa y versátil para utilizar en una variedad de platos.
Si te gustan nuestros post sobre recetas, no puedes perderte una entrada anterior donde os explicamos “Cómo preparar Ali Oli con Aceite de Oliva Virgen Extra”.