Ante el desconocimiento que hay por parte del consumidor de los distintos tipos de aceite de oliva, aquí tenéis una clasificación que espero os resulte clara y que podáis tener en cuenta a la hora de decidir comprar aceite de oliva virgen extra o comprar aceite de oliva.
Tipos de Aceite:
Aceites de Oliva Vírgenes. Todos los aceites que proceden de una almazara (fábrica de aceite) y que por tanto son obtenidos únicamente por procedimientos mecánicos u otros procedimientos físicos en condiciones, sobre todo térmicas, que no impliquen la alteración del aceite y no hayan sufrido tratamiento alguno distinto del lavado de la aceituna, y la decantación, centrifugado y filtración del aceite. Es decir, zumo de aceituna. Dependiendo de las características químicas y organolépticas de un aceite, este se divide en:
– Aceite de Oliva Virgen Extra.- Es el Aceite de Oliva Virgen con una acidez libre, expresada en cantidad de ácido oleico, como máximo de 0,8g por 100g, siendo la mediana de sus defectos 0, y la del atributo frutado superior a 0.. El Aceite Virgen Extra es el de máxima calidad, es la esencia de la aceituna en su estado de plenitud.
– Aceite de Oliva Virgen.- Aceite de Oliva Virgen con una acidez libre máxima de 2g por 100g, siendo la mediana de sus defectos inferior o igual a 2´5, y la del atributo frutado superior a 0. Estos aceites no presentan defectos importantes pero no llegan a la calidad de los Aceites Virgen Extra.
– Aceite de Oliva Virgen Lampante.- Aceite de oliva virgen con una acidez libre, superior a 2g por 100g siendo la mediana de sus defectos superior a 2´5, y la del atributo frutado superiora 0. Es el peor de los aceites obtenidos de una almazara. Su nombre procede de, al no ser apto para el consumo humano, se utilizaba como combustible para lámparas. Su sabor y olor son desagradables y defectuosos, por lo que es necesario un tratamiento químico para su consumo, el proceso de refinación.
– Aceites de Oliva No Vírgenes.- Son todos aquellos que se han visto sometidos a procedimientos químicos antes de ser aptos para el consumo humano. Proceden del tratamiento químico de los peores aceite vírgenes (los lampantes) o de los residuos de la extracción del aceite de oliva virgen extra (el orujo).
– Aceite de Oliva Refinado.- Es el obtenido cuando el Aceite de Oliva Virgen Lampante se somete a procesos de refinación o rectificación. En el refinado, mediante procesos químicos se neutraliza, decoloriza y desodoriza el aceite defectuoso, con lo que se obtiene un líquido incoloro, inodoro e insípido cuya acidez no supera los 0´3º.
– Aceite de Oliva.- Aceite constituido por una mezcla de Aceite de Oliva Refinado y Aceite de Oliva Virgen. La proporción en esta mezcla no suele superara el 20% de Aceite Virgen frente al resto de Refinado. Este es el tipo de aceite más consumido en nuestro país y el que se puede encontrar en cualquier supermercado. La diferencia entre un Virgen Extra y un Aceite de Oliva es bien clara. El Virgen Extra es un aceite natural, mientras que el Aceite de Oliva es aceite adulterado químicamente. Podríamos utilizar un paralelismo indicando que un Aceite Virgen Extra sería como un buen vino mientras que el Aceite de Oliva se asimilaría al tinto de verano.
– Aceite de Orujo de Oliva Crudo.- Es el obtenido tratando el residuo sólido derivado de la extracción de los aceites vírgenes mediante disolventes, de manera que aún se pueda obtener una mínima cantidad de aceite de muy baja calidad.
– Aceite de Orujo Refinado.- Es el obtenido a partir del aceite de orujo crudo por un proceso de refinación.
– Aceite de Orujo de Oliva.- Es una mezcla de aceite de orujo de oliva refinado y de aceite de oliva virgen, con una acidez máxima de 1º.