El Aceite de Oliva Virgen Extra, al contrario que el vino, no mejora con el tiempo, sino que tiende a enranciarse. Por eso, es muy importante tener en cuenta una serie de factores para retrasar dicho proceso.
Entre estos factores destacan:
- Debe conservarse en un lugar donde no se produzcan cambios muy bruscos de temperatura, manteniéndose ésta entre los 15 ºC y los 20 ºC.
- Mantenerlo alejado de la luz, evitando que incida directamente sobre él o almacenarlo en envases oscuros.
- Mantenerlo alejado de lugares con olores intensos ya que el aceite tiende a absorberlos.
- Los recipientes deben ser, preferiblemente, pequeños para que no contengan gran cantidad de oxígeno, una vez abiertos.
- No mezclar el aceite con otro más nuevo, aunque sean de la misma marca ya que podría enranciarlo.
- Evitar recipientes de hierro, usar, en su caso, vidrio, latón impermeabilizado o acero inoxidable.
- Evitar la humedad.
- El aceite no tiene fecha de caducidad aunque en la etiqueta se indique una fecha de consumo preferente que suele oscilar entorno a un año a partir de la fecha de envasado. Dentro de este período, el Aceite de Oliva Virgen Extra suele conservar todas sus propiedades nutricionales y organolépticas. Pasado ese tiempo, se puede consumir sin ningún riesgo para la salud.
El enranciamiento del aceite de oliva no implica riesgo alguno para la salud, por lo que si no se siguen estos consejos y el aceite se enrancia, únicamente le otorgaría un sabor desagradable para el paladar pero nunca afectaría a nuestra salud.