Una de las principales preguntas que recibimos bien en la tienda o en las visitas guiadas que realizamos a nuestra almazara es esta: ¿Cuál es la diferencia entre un Aceite de Oliva Virgen Extra y un Virgen? Y, es que, a pesar de que el Aceite de Oliva es el eje fundamental de la dieta mediterránea, existe gran desconocimiento entorno a él.
Cuando vamos al supermercado, preferimos comprar un Vino de primera calidad pero nos decantamos por el aceite que está en oferta, por ejemplo, sin saber lo que estamos comprando. Es, por ello, importante conocer los diferentes aceites que existen en el mercado. En el post de hoy queremos explicaros qué diferencia a un Aceite de Oliva Virgen Extra de un Virgen.
Características del Aceite de Oliva Virgen Extra
Se trata de puro zumo de aceituna. Elaborado entre los meses de octubre y diciembre principalmente cuando la aceituna se encuentra en perfecto estado y no posee ningún daño. Dentro de los aceites de oliva, se trata del aceite de mayor calidad con una acidez no superior 0,8º. Los catadores lo denominan irreprochable porque no tiene ningún defecto ni en boca ni en nariz. Su mediana de defecto debe ser 0. En la variedad picual, posee matices en olor a aceituna madura mientras que en boca, predominan el amargor y el picor característicos de esta variedad.
Características del Aceite de Oliva Virgen
Se trata, al igual que el Virgen Extra, de puro zumo de aceituna. No está sometido a ningún proceso de extracción químico. Sin embargo, se suele elaborar normalmente a partir de Enero cuando la aceituna está más madura y presenta un pequeño defecto para el panel de cata aunque, en muchas ocasiones, inapreciable para el consumidor. Su mediana de defecto debe ser menor o igual a 2,5. Es ligeramente menos amargo y picante que el Virgen Extra. Y su acidez suele ser mayor al Virgen Extra, pero nunca superior a 2º.
En nuestro caso los distinguirás por el color de la etiqueta, la negra para el Virgen Extra y la blanca para el Virgen.
De igual forma, la diferencia también puede venir marcada por el propio fruto. Si la aceituna es una aceituna cuidada, que no presenta ningún daño y durante la molienda, el proceso de extracción se realiza en frío, es decir, con temperatura inferior a 25ºC, el resultado será un Aceite de Oliva Virgen Extra. Mientras que si la aceituna ya presenta algún daño o lo sufre durante el proceso de recolección, el aceite resultante de su extracción será Aceite de Oliva Virgen.
En ninguno de los dos casos se utiliza el refinado en su elaboración. Lo comentamos porque en ocasiones, nos piden en nuestra tienda el “aceite menos refinado que tengamos”. Esto es debido al desconocimiento ya que, en una almazara, no se refina ningún aceite. El refinado, como ya hemos explicado en anteriores post, se trata de un proceso químico por lo que no es posible realizarlo en una almazara. Todos los aceites que aquí se elaboran se extraen por procedimientos mecánicos y físicos, nunca hay nada químico.
Entendemos, por ello, que al pedirlo así lo que vienen buscando es un aceite menos intenso que el Virgen Extra, es decir, menos amargo y picante. En este caso, el Aceite de Oliva Virgen.
Esperamos que con este post hayáis entendido la diferencia entre virgen y virgen extra. Os recomendamos leer uno de nuestros anteriores post en los que tratábamos las principales clasificación de Aceites de Oliva que existen en el mercado.